domingo, 8 de febrero de 2009

CONFLICTO EXISTENCIAL Y POCO ACOSO BANCARIO

Conflicto existencial y poco acoso bancario.


De acuerdo a las circunstancias debería sentirme hasta cierto punto tranquila, tiene ya un buen rato que bancos ha dejado de molestarme, de hecho el último año en comparación con el primero, se convirtió en un mar plácido y tranquilo realmente. El primer año de acoso de despachos bancarios fue salvaje, visitas a todas horas, constantes, amenazas de todo tipo, que si a la cárcel que si el embargo, que si no sendas amenazas de procedimientos jurídicos.

Visitas a mis vecinos buscándome, evidenciándome como una ladrona o una criminal prácticamente. Mis vecinos que debo admitir y en honor a la verdad me caen pésimos. Tenían ahora la oportunidad de vengarse de mi, ya que no soy precisamente santo de su devoción (bueno no de todos) algunos si son personas realmente valiosas.

Debo en este punto aclarar que mucho de sus desavenencias conmigo derivaron de mi amor genuino a los animales, tengo acceso a un terreno que es propiedad de mi hermana y en el cual mande construir algunas casitas pequeñas para albergar a mis “invitados” temporalmente en lo que les ubicaba en hogares permanentes.

Ello derivaba lamentablemtne en un poco de ruido que enloquecía a mis vecinos y digo un poco de ruido ya que estas criaturas agradecidas mientras tuvieran la barriga llena lo demás era juego y felicidad, pero si manifestaban su alegría al ver a esta su servidora arribar con sus sagrados alimentos diarios, debo también comentar que se les mantenía en orden, limpios y evitando en lo posible cualquier olor penetrante. Más sin embargo las pequeñas bestias no eran del todo del agrado de mis vecinos, creo y considero que tan solo el hecho de existir les molestaba. Realmente no había motivo de molestia, se mantenían limpios y tranquilos pero obviamente en algunas ocasiones ya en la noche para evitar molestias a mis vecinos “delicados” les dejaba salir a correr un poquitin para su deleite quería que s sintieran felices por lo menos en lo que decidía su suerte o les encontraba cobijo permanente.

En varios de éstos sucesos, a las tantas de la noche, de las 11 en adelante para mi mala suerte o a propósito, mis adoradas mascotitas recogidas de la calle, con lacerantes heridas, a punto de morir de inanición y algunas sumamente lastimadas, llegaron a hacer sus necesidades frente a la casa de algún vecino, aunque me estuviera pendiente lo llegaron a hacer, por lo cual me hacia de suficiente periódico y bolsitas de plástico para ir tras ellos recogiendo sus pequeños desechos, más sin embargo, ni con ello mis vecinos estaban felices, debían castigarme, gritarme, y mil disculpas no hacían mella ninguna en sus duras almas.

Me gritaban de mil formas, indignadas por que había un pequeño monumento frente a sus limpias aceras y junto a sus adorados árboles frente a sus elegantes mansiones. Sentía en ese momento que el espíritu de Gandhi ese gran hombre que libero una batalla pacifica contra el imperialismo inglés me hacía fuerte...”el progreso de una nación se midé en como tratán a sus animales”, fue su dicho más importante para una humilde protectora de los ánimales como su servidora. En esos momentos también recordaba a Milán Kundera excelso escritor Húngaro, y cualquier sentimiento de coraje e impotencia ante la incomprensión humana se me bajaba como por arte de magia. Los comprendía.
“La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad, la más honda (situada a tal profundidad que escapa a nuestra percepción), radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales” Milan Kundera

Bien todo esto viene a colación por que su servidora posee un pequeño negocio a corta distancia de mi hogar, y de ello echaron mano mis vecinos, dieron pelos y señales de donde poder ubicarme y allá fueron raudos y felices por la información obtenida para seguir acosando. No había nadie más que pudiera haberles dado esa vital información pero así fue. La venganza de mis vecinos había sido consumada. Al fin podían vengarse de mi activismo y mis condolencias por los derechos de los animales.

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