lunes, 11 de enero de 2010

SEA SHEPERD CONSERVATION SOCIETY

Y vaya estos si son verdaderos héroes, por años he seguido las travesías del Sea Sheperd y su tripulación, defensores de las ballenas que se han enfrentado por años a los balleneros nipones, arriesgando su vida; pero no es para menos, el Shonan Maru, ballenero japonés, invade zonas marítimas prohibidas para la caza de ballenas, es decir están violando las normativas internacionales y sin embargo no les importa.

Las ballenas están a un pelillo de desaparecer de la faz de la tierra, esta en peligro su continuidad de vida y simplemente no hay manera de detenerlos, salvo la valiente tripulación del Sea Shepard y del Trimarán, el Ady Gil, un trimarán futurista, negro, hecho en carbono y kevlar, que alcanzaba los 93 kilómetros por hora y que fue utilizado por Sea Shepherd para hostigar a los arponeros japoneses en campaña en la Antártida. el cual el día de hoy hizo agua, el Shonan Marú, le voló varios metros de su proa.

Pero hay buenas noticias, se une a la defensa de la vida de las ballenas, junto con el Steve Irwin, fallecido defensor australiano de la vida animal en cuyo nombre bautizaron a la hermosa nave, el Bob Barker, nuevo navío obtenido gracias al donativo de este reconocido presentador norteamericano.

Eh aquí el momento el que el Ady Gil, es interceptado por el ballenero nipón, y otro video presentando la lucha de la valiente tripulación del Steve Irwin.





Sea Sheperd, salva vidas









En 1975, Watson sirvió como Primer Oficial al mando del Capitán John Cormack en el viaje a confrontar la flota de Balleneros Soviéticos. En Junio del 75, Robert Hunter y Watson fueron las primeras personas en poner sus vidas en la línea de fuego para proteger ballenas, cuando Watson colocó su inflable Zodiac entre un harponero ruso y grupo de indefensas ballenas cachalotes. Durante su confrontación con el ballenero ruso, una ballena harponeada y moribunda se avecinó sobre el pequeño bote de Watson.

Watson reconoció un destello de entendimiento en los ojos de la moribunda ballena. El sintió que la ballena sabía lo que ellos estaban tratando de hacer. El vio como el magnífico leviatán sacó su cuerpo lejos del bote, se deslizó entre las olas y murió. Unos pocos segundos de observar la mirada de la ballena moribunda cambiaron su vida para siempre. El prometió convertirse en un defensor a tiempo completo de las ballenas y todas las criaturas del mar.

No somos respetables, no somos amables. No somos educados. Nos ensuciamos en los mares más hostiles, molestando a la gente mientras nos ganamos enemigos. Sí: muchos y muchos enemigos. Y cuantos más tengamos, mejor. Capitan Paul Watson



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