viernes, 21 de mayo de 2010

PARA UNA ENTRAÑABLE AMIGA QUE SE HA IDO PARA SIEMPRE



Este mes se cumplen dos años de la partida de una de mis mejores amigas, a 24 meses de su viaje final, la recuerdo con mas fidelidad que antes, con mas cariño que antes y con mucho agradecimiento y con mucha admiración. Le aprendí mucho de verdad.

Se que las personas y las cosas buenas duran poco, no son eternas, todo lo bueno dura lo que el agua entre nuestros dedos, por ello a dos años de su partida me siento un ser privilegiado por haber tenido la enorme oportunidad de haber compartido con ella algunos años de su vida, agradecida estoy con la vida y con Dios por habérmela puesto en mi camino para alegrarme la vida aunque fuese poco tiempo.

La recuerdo ahí con una enorme sonrisa al verme llegar y tocar a su casa o si estaba abierta entrar como si fuera mi propio hogar y verle la cara iluminada al verme y decirme..."Güera querida pásale a tu casa", darle un beso en la mejilla y sentarme a su mesa o en su sofá y esperar una rica taza de café o una bebida refrescante, hablar de los últimos sucesos de nuestras vidas o de la política o de algún libro, pero sobre todo de nuestro gran activismo sobre los derechos de los animales que con ella encontré mi alma gemela pero sobre todo mi fortaleza, de ella obtenía la fuerza para avanzar en la protección de esos pequeños seres olvidados por el estado y por la gente y también en ocasiones olvidados de la mano de Dios.

Recuerdo que nos juntábamos y organizábamos nuestra "estrategia de batalla", el como rescatar a algún animalito maltratado, el como organizar alguna campaña de esterilización, el como conseguir voluntarios para el volanteo, el como conseguir que cierta autoridad nos escuchara y sobre todo el compartir nuestros ideales con tantas ganas y tanto cariño que parecía que invocábamos la ayuda divina, por que no faltaba algún voluntario o alguna amiga perdida en el tiempo que se aparecía con la solución.

Recuerdo con ella rescatar animalitos perdidos a mitad de la noche, tomada de mi mano para sentirnos fuertes si es que teníamos que enfrentarnos con personas intolerantes o agresivas que en mas de una ocasión nos amenazaron con todo tipo de objetos, yo me ponía aguerrida sintiéndome la Che Guevara a punto del ultimo asalto a la capital Cubana, pero ella mas bien era mi Gandhi, la que mediaba y con su mano me atajaba y me decía..."Güera así no es la cosa déjame dialogar primero, espera, tranquila, vamonos con calma, así no conseguimos nada, se que estas furiosa pero esto no es así, debemos primero buscar el dialogo" y ella que era una especie de encantadora de almas, conseguía casi siempre salirse con la suya, conseguir lo imposible: que liberaran o nos entregaran a algún perrito maltratado.

Y así aún y con toda su gran actividad tenia tiempo de contarme historias de su juventud, de su hermosa juventud dueña de una belleza incomparable, de estrella de cine, descendiente de españoles de primera generación que habían evadido a Franco y escapado a México, su belleza era realmente prodigiosa, ver sus fotos y compararla con las estrellas rutilantes de la pantalla era uno de mis hobbies, "en esta foto te pareces a Fanny Cano, en esta te pareces a Gina Romand", "y en esta otra te pareces a la hermosa Elsa Aguirre", a veces si exageraba en mis comparaciones para alegrarla y hacerla sentir aún bella a pesar que claro su belleza ya era asunto perdido, pero aún con vestigios de glorias pasadas. Sonreía y me veía con ternura y me ofrecía un cigarrillo de esos mis favoritos que siempre, siempre, siempre tenia para mi, y me lo decía, estos cigarros siempre los tengo a la mano por que se que son tus favoritos y me ponía en la mesita de centro, mis Bensons mentolados.

Así era ella, dueña de la ternura y la elegancia, la prudencia pero también la fortaleza que solo un ser humano tan grande puede tener.

Ahora a dos años de su partida la recuerdo con cariño, leyendo una de sus innumerables notas que siempre me hacia llegar ya sea con un libro, metidos entre las hojas o con algún regalito que me hacia llegar con su querido esposo.

Como este que tengo en las manos de Nicolás Baudy..."Las grandes cuestiones judías", y veo la nota perdida entre sus hojas.

"GABBY QUERIDA SOLO QUERIA DECIRTE MUCHAS GRACIAS POR LA TARDE DE AYER, POR TU PRESENCIA EN MI CASA Y POR EL LIBRO QUE ME PRESTASTE, QUIERO QUE SEPAS QUE TE AGRADEZCO EL DETALLE Y ESPERO Y ESTE LIBRO TE GUSTE TAMBIÉN Y LO DISFRUTES"-

"Tu amiga Elsa"-


Gracias querida amiga, hasta siempre.

Gabby

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