Regreso a la vida cotidiana y al acoso

¡Vaya Días! Regreso a clases y los gastos a la orden. Pago de colegiaturas, Teléfono e Internet, que huelga decir me atrase unos días para poder pagarlo. Así es que me quede aislada de mis familiares y amigos varios días.

Aunque si bien el gobierno federal ha decretado ya la congelación de los precios de la gasolina, el resto de los productos se encuentran a la alza, entre ellos los cigarros, ¡uff! que golpe a mi economía…tendré que pensar ya seriamente en dejar de fumar realmente, ya están bastante caros $ 28.00 la cajetilla de esos elegantes, deliciosos pero a la vez mortales cilindros blancos.

Sin embargo no todo anda tan mal como lo había pensado. La economía no se encuentra tan deprimida por lo menos no en los alimentos básicos, la gente sigue adquiriendo por que no tenemos de otra, tal vez no al ritmo que hubiesen querido los más optimistas economistas pero ahí aunque lentamente ahí va.

Por otro lado, sigue el incremento de la cartera vencida entre nosotros los usuarios de tarjetas de crédito. A pesar de los rimbombantes llamados a manejarse con precaución por parte de los bancos, que debo aclarar que me sacaron algunas carcajadas de incredulidad, ya que por muchos meses ellos fueron los encargados de saturar el mercado con tarjetas dadas a diestra y siniestra y de repente ahora nos llaman a manejarnos con cautela. ¡Vaya ridiculez!

Algunos más, en realidad la mayoría ya, están llamando a hacer reestructuraciones con atractivos descuentos, o algunos como Bancomer o HSBC, están aplicando reestructuras unilaterales dónde la opinión para varias del tarjeta habiente vale menos que un cacahuate. ¿Qué se pensarán estos elegantes señores entacuchados por flamantes trajes de Armani o Hermegildo Zegna?( Y me refiero a los egresados de la Universidad Complutense de Madrid pensando que ahí pudieron estudiar algunos de los “brillantes hijos de la madre patria “ que dirigen los destinos de BBVBancomer y /o Santander y por el otro lado los que pasaron de a panzazo en la sofisticada Universidad de Harvard por los magnates de City Group o el conglomerado global G.E. y no a los cobradores disfrazados de pseudo licenciados que tocan a nuestra puerta ostentándose como representantes bancarios y que portan trajes tan brillantes (de planchazos )que hasta deslumbran) ¿Qué no razonan y no se percatan que se ha dejado de pagar por falta de empleo y eso sin mencionar que el CAT que ellos mismos fijan a su libre arbitrio, está fuera ya de toda proporción y que no es posible seguirse pagando?

Por supuesto lo saben bien tan es así, que siguen los acosos, las vejaciones, las llamadas a deshoras, los recordatorios maternos, las intimidaciones, las pomposamente llamadas “acciones extrajudiciales”, etc.

En fin parece otro año más aguantando llamadas que muchas de ellas al final, ruegan a pagar obviamente después de habernos recordado a la más vieja de nuestra casa. Pero tendrán que esperar. No hay dinero.